¿Cuánto vale tu bienestar?, ¿Qué estamos dispuestos a hacer por nuestra tranquilidad?. Todos buscamos de una o de otra forma estar tranquilos, con paz interior y bienestar, ¿pero qué de todo lo que hacemos o buscamos en el día a día está orientado a encontrarlo?
En la búsqueda de nuestra paz interior, rara vez nos vamos hacia adentro, generalmente buscamos afuera la respuesta. Está bien pedir ayuda, es fundamental para los seres humanos y esa es la esencia de vivir en comunidad. Pero entregar nuestra responsabilidad a otros no es correcto, porque mi vida, mi paz y mi tranquilidad dependerá de lo que el otro haga o diga y eso se llama perder el poder interior.
Recuerda, ¡Nadie me conoce mejor a mí mismo que yo!
¿De qué depende mi bienestar?
Nuestro bienestar depende de cada uno de los pensamientos, palabras y acciones que tengamos minuto a minuto. Nuestra paz no puede quedarse solo en los momentos de meditación, o en los momentos donde me ejercito. Son nuestros pensamientos en positivo o en negativo, de queja y sufrimiento o de agradecimiento y plenitud.
El bienestar es un estado del ser, en donde nosotros con todo nuestro poder – es decir – con toda nuestra responsabilidad, somos conscientes de que cada situación cuenta, cada decisión y cada día cuenta.
Alimenta tu Paz Interior
¿Cómo puedo alimentar mi paz interior?, pues empecemos por dejar de hacer eso que no nos hace bien, dejemos de hacer eso que no nos gusta y no nos da tranquilidad, dejemos de ir a esos lugares a donde ya no queremos ir y de estar con las personas con las que ya no resonamos y no vibramos como antes.
Busquemos eso que nos da paz, que nos llena de felicidad, así generamos hormonas de felicidad y nos convertimos en ¡personas felices!. 🙂
¿Cómo ser feliz?
Si bien no existe una fórmula perfecta para la felicidad y la paz interior, si existe algo que nos ayuda a encontrarla, HAZ LAS COSAS QUE TE HACEN FELIZ – Nadie lo va a hacer por ti, de nadie más depende si no es por ti.
Solo nosotros tenemos la responsabilidad de crear la vida que queremos – Nadie más. Existen ayudas, guías, compañeros de viaje, pero nadie va a hacer la tarea por nosotros.
Asumamos la responsabilidad de nuestro día, de nuestra vida y hagamos de ella algo ¡Extraordinario!.
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